Para este trabajo teníamos que meternos en la pluma (para decirlo de alguna manera) de un editorialista del DIARIO “LA NACIÓN”
FECHA ELEGIDA: DOMINGO, 12 DE ENERO DE 1919
PROCEDEN
LOS SOVIETS DEL MAXIMALISMO MOSCOVITA
Los acontecimientos sucedidos en la semana próxima pasada, desde la
toma de los Establecimientos Vasena, son nada más ni nada menos que el proceder
de los soviets del maximalismo moscovita. Proceder que la República entera
vivenció con estupor ya por octubre pasado, cuando un conato del soviet
ejecutivo e impulsivo, se apoderó de la Policía en la ciudad de Rosario, dónde
huelgas y piquetes mantuvo en vilo a sus pobladores. Aunque dicha acción en su
momento pudo detenerse, no ha sucedido lo mismo aquí, a pesar de los denodados
esfuerzos de policías, militares, y ciudadanos patriotas dispuestos a dar su
vida por el bien común.
Lo acontecido desde el 7 de enero al día de la fecha, acusa la obra de
una organización vigorosa, que ha permanecido al acecho de las perturbaciones
huelguísticas para aprovecharlas y utilizarlas a su favor. Las investigaciones
realizadas por la policía descubren uno de los centros agitadores, constituido
por un soviet de súbditos extranjeros, que ha venido expresamente a nuestra
República para realizar una réplica de su revolución bolchevique. Por lo que
debemos estar agradecidos que ya han sido eliminados algunos de estos
agitadores foráneos.
Es necesario también no dejar de nombrar al General Luis Dellepiane,
actual comandante de la guarnición de Campo de Mayo, quién el día 9 de enero realiza
una visita a Yrigoyen. En la reunión el General ayuda al Presidente a
reflexionar sobre lo sucedido, pudiendo demostrarle que lo que en principio se
trataba de mostrar como una huelga de trabajadores, era en realidad una
verdadera conspiración revolucionaria en contra de la República toda, no solo
de su gobierno. La patria entera agradece a hombres probos como Dellepiane que
no permitirán que el TERROR ROJO inunde nuestras calles.
La verdad es que los supuestos huelguistas eran en realidad una horda
revolucionaria roja dispuesta a todo, armados hasta los dientes, que
destruyeron iglesias y asilos sin ningún titubeo. “Abajo la Bandera Argentina”
gritaban cada vez que se cruzaba una, en su camino de muerte y destrucción.
La República no debe bajar los brazos, este es el momento preciso para
terminar definitivamente con el TERROR ROJO que trató de instaurar el modelo
moscovita.
* Bibliografía: “EL RADICALISMO ARGENTINO” 1890 – 1930. DAVID ROCK.
AMORRORTU EDITORES
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