domingo, 24 de noviembre de 2013

Historia Social Argentina: LAS MONTONERAS Y EL CORDOBAZO





LA OPOSICIÓN ENTRE BUENOS AIRES Y LAS PROVINCIAS, PRESENTE CON UN SIGLO DE DIFERENCIA, LAS MONTONERAS Y EL CORDOBAZO



INTRODUCCIÓN

El presente trabajo mostrará que la oposición entre Buenos Aires y las provincias, existente en la mitad del siglo XIX, puesta de manifiesto en el accionar de, y contra, Las Montoneras, resurge con la misma virulencia en la mitad del siglo XX,  notorio en El Cordobazo, y para ser más exacto, en lo que realmente fue un Argentinazo.
Para el desarrollo de la hipótesis, el lector encontrará el contexto en el que sucedieron ambos momentos de la historia y los actores sociales que intervinieron.
Como conclusión analizaremos los puntos en común de ambos períodos, que le  permitirán al lector tener una prueba concreta de cómo el período del Cordobazo (Argentinazo), fue revivir los tiempos de Las Montoneras, en cuanto a la oposición entre Buenos Aires y las provincias.

DESARROLLO

LA MONTONERAS
 “Sin Rosas, los sectores opositores que se habían asociado, se lanzan al combate entre ellos por mayor poder y privilegios, y para ello todos tratan de debilitar al federalismo consolidando la dependencia.
Predican la incapacidad del criollo, reaccionan contra la “barbarie” y dañan valores tradicionales  en beneficio de otros propios del liberalismo.”[1]
En la Batalla de Pavón, 17 de Septiembre de 1861, Bartolomé Mitre, resulta dudosamente vencedor. Buenos Aires se incorpora a la Nación.
 Pavón no es solo una victoria militar, es un triunfo de la civilización sobre los elementos de guerra  de la barbarie, escribe Mitre a su ministro de guerra…”[2]
El 22 de noviembre en la Cañada de Gómez, a manos de Venancio Flores, cae la oficialidad del ejército federal, los sorprendieron durmiendo y muchos fueron degollados. Se desata una ola de sangre en la Argentina.
“…calló la prensa de Buenos Aires, ilustrada y titulada principista; y calló el general Mitre…”    [3]  
¿Dónde está la barbarie? ¿En manos de las provincias o en manos de Buenos Aires?
“La pretensión de estos exponentes de la civilización era expoliar a las provincias productoras de materias primas, alimentos y de otros bienes, para beneficio del puerto de Buenos Aires.
El unitarismo porteño requería ser prebendado en un país agroexportador, al actuar asimismo a favor de potencias extranjeras, ahogando toda posibilidad de competencia interna. “[4]
Mientras tanto el Paraguay, con José Rodríguez de Francia, primero, luego con Carlos Antonio López, y por último con Francisco Solano López había logrado el desarrollo basado en los propios recursos. La economía era próspera. No había deuda externa y la moneda era estable.
Podría decirse que Paraguay era económicamente, un ejemplo. Claro está que esto no era del agrado de las grandes potencias.
“En 1864, desde Asunción, Edward Thornton (diplomático británico)… expresó… que el Paraguay podía impedir el desarrollo y progreso de todos sus vecinos, por lo cual la presencia de esa república era nociva, y su extinción como nacionalidad o la caída de la familia reinante debía ser provechosa para su propio pueblo como también para todo el mundo.”[5]
Mitre, expresa, “La República está en el imprescindible deber de formar alianza con el Brasil a fin de derrocar esa abominable dictadura de López y abrir al comercio del mundo esa espléndida y magnífica región que posee, a la vez, los más variados productos de los trópicos y de los ríos navegables para explotarlos.”[6]     
La República Argentina declara la guerra definitivamente en 1865.                              
En tanto,  “Los Federales comprendieron que en los esteros del Paraguay se jugaba también su destino y, no obstante la propaganda mitrista la disfrazaba de nacional, la guerra contra Paraguay era enormemente impopular.”[7]
Paradójicamente  “La guerra se hacía con los guardias nacionales  no sublevados y los prisioneros de guerra paraguayos. Con las tropas de línea, más disciplinadas, el mitrismo protegía a sus gobernadores (aliados) contra sus gobernados.”[8]


El caudillo catamarqueño Felipe Varela lanzó una proclama llamando a la rebelión y a no participar en una guerra fratricida diciendo: "Ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre. Soldados Federales, nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la amistad con el Paraguay y la unión con las demás repúblicas americanas".”[9]
Así en el tratado de la “triple infamia”, como lo llama Jose María Rosa en su libro “La Guerra del Paraguay y las Montoneras Argentinas”, Paraguay era entregada como despojo de guerra. “Trama paciente y prolijamente urdida por el imperio” decía el Diario El Pueblo.
Felipe Varela, Jefe de una de las montoneras, expresa en su Proclama de diciembre de 1866:
“Tal es el odio que aquellos fraticidas porteños tienen a los provincianos, que muchos de nuestros pueblos han sido desolados, saqueados y asesinados por los aleves puñales de los degolladores de oficio: Sarmiento, Sandes, Paunero, Campos, Irrazaval  y otros varios dignos de Mitre.”[10]
Para hablar sobre el gaucho, la tropa de las montoneras, que mejor que Martín Fierro:
“Para él son los calabozos, / para él las duras prisiones. / En su boca no hay razones / aunque la razón le sobre, / que son campanas de palo / las razones de los pobres”.[11] 
José Hernández con Martín Fierro contribuye a la causa de los gauchos y de todos los oprimidos de cualquier parte del mundo.
En estos tiempos no se distingue entre nativos o gauchos, ni a los hacinados en los suburbios.
“El gaucho, al comenzar la llamada conquista del desierto, fue perseguido utilizando para ello la ley contra la vagancia y llevado a los fortines para combatir a los indios, consolidando su vasallaje y sometimiento. La exigencia de la papeleta para conchabarse en alguna estancia, solamente por la comida, y no ser remitido a la frontera, potenciaba su esclavitud.
Así, salvo que se alzase como gaucho matrero (Por ejemplo, como parte de las montoneras), formaba parte de un ejército de mano de obra casi gratuita, acumulando riquezas para otros y andando mal pero acostumbrau”.[12]
Hasta aquí es muy fácil poder entender que había una fuerte oposición entre Buenos Aires y las Provincias. ¿Ahora la cuestión era solo política, era racismo  o el trasfondo era económico?
Todos estos ítems tenían cierto asidero, pero lo que tenía más fuerza era la cuestión económica. 
Buenos Aires quería exportar los productos de la ganadería y comprar en cambio los productos extranjeros, eran por lo tanto libre cambistas.
Del otro lado estaba el interior, carente de productos exportables, poseedor de una industria rudimentaria que abastecía el mercado interno y que por lo tanto la introducción de productos extranjeros significaba la ruina.
Según Milcíades Peña, ambos tenían plena conciencia de sus intereses.
Agregado a esto estaba la cuestión de la aduana, que de alguna manera hermanaba a todas las provincias, pues prácticamente todo lo que se importaba o exportaba pasaba por la Aduana de Buenos Aires.
Así Buenos Aires se quedaba con todo el producido de la Aduana, sin otorgar participación alguna al resto de las provincias.
Esencialmente Buenos Aires tiene el monopolio de la Aduana y del puerto Nacional.
Mitre como presidente de la Nación lo que hizo fue “volcar por la fuerza las situaciones provinciales a su favor, para dirigir una organización nacional con hegemonía de Buenos Aires. “[13]
“El conflicto con Buenos Aires estuvo a punto de desmembrar al país en varias republiquetas liliputienses.  (…) Era una verdadera tragedia que las industrias criollas, notoriamente atrasadas, para conservar sus mercados locales, debieron fragmentar el país renunciando así a construir el gran mercado nacional. Porque este debía fatalmente ser controlado por la burguesía porteña, y ello significaba el libre cambio, es decir, entregar el mercado nacional a la industria inglesa. La historia no brindaba ninguna salida para este círculo de hierro.”[14]
Las montoneras aparecen para romper esta hegemonía de Buenos Aires. “La montonera conjugó en su seno al gauchaje del litoral, privado de su tradicional modo de vida por la valorización de la carne que trajo consigo el comercio libre, con los más variados sectores de la población del interior, destruidas sus fuentes de subsistencia por la competencia inglesa.
(…) a su frente galopaban los caudillos, representantes de los ganaderos del litoral y de los comerciantes y terratenientes del interior, empobrecidos también ellos por la política de la oligarquía comercial y estancieril porteña.”[15]
“A pesar de contar con un importante apoyo popular, Varela fue derrotado por las fuerzas nacionales en 1867. Como decía la zamba de Vargas, nada podían hacer las lanzas contra los modernos fusiles de Buenos Aires.”[16]

El CORDOBAZO
El 16 de septiembre de 1955 se produce la sublevación autodenominada “Revolución Libertadora”, movimiento encabezado por el general Eduardo Lonardi, que derrocó al gobierno constitucional del general Juan Domingo Perón. El 13 de noviembre de 1955, Lonardi sería reemplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu.
Fermín Chavez, Revista Primera Plana Nº 507, 13 de septiembre de 1973, expresa que el Gobierno de Perón había herido sensiblemente a las minorías oligárquicas y a la burguesía del país, al igual que a los intereses británicos, que terminan uniéndose a quienes les ofrecen una posibilidad de revancha, los militares y su “Revolución Libertadora”.
El  28 de junio de 1966, once años después, el teniente general Juan Carlos Onganía derroca al gobierno democrático de Arturo Illia y da inicio a la dictadura autodenominada Revolución Argentina.
"Este gobierno es una mezcla de lo peor que tiene cada sistema: del liberalismo, aplica el libre cambio y la libre empresa, del fascismo y variantes feudales diversas, el autoritarismo, las jerarquías consideradas como de orden divino; del cristianismo, la moralina ultramontana, el clericalismo, la utilización reaccionaria de los sentimientos religiosos para sostener todo lo que es orden establecido, …"[17]
Emerge, lo que Guillermo O´Donnell en su libro El Estado Burocrático Autoritario, llama,  precisamente, Estado Burocrático Autoritario. Este estado se  caracteriza por una estructura de clases subordinada a las fracciones superiores de una burguesía altamente oligopólica y trasnacionalizada. Institucionalmente, adquieren peso decisivo las especializadas en la coacción y las que intentarán llevar a cabo la normalización de la economía. Hay exclusión política de un sector popular previamente activo. Por lo tanto hay supresión de la ciudadanía y de la democracia política.

Este estado excluye económicamente a los sectores populares en beneficio de grandes unidades oligopólicas de capital privado y de algunas instituciones estatales, acrecentando las diferencias. Promueve, además, una mayor trasnacionalización.
Es en este estado que luego de casi 3 años de gobierno la situación se torna insostenible.
“Los atropellos, la opresión, el desconocimiento de un sin números de derechos, la vergüenza de todos los actos de gobierno, los problemas del estudiantado y los centros vecinales se suman.”[18]
Tal y como expresa Guillermo O´Donnell, en su libro antes citado, los masivos alzamientos que se producen en los grandes centros urbanos en parte expresan y en parte disparan las tensiones acumuladas desde que se implantara el llamado Estado Burocrático Autoritario.
Para tener una idea global de los alzamientos de aquel momento trasladamos en forma de cuadro lo expresado por los historiadores rosarinos, Leonidas Ceruti y Mirta Sellares.
1969


CÓRDOBA

ROSARIO

TUCUMÁN


CORRIENTES

MENDOZA

RIO NEGRO
MAYO
14, 20.
29 (CORDOBAZO)

16, 17, 18, 20.
21 (ROSARIAZO, fuerte base estudiantil)
22, 23, 25
13
15, 20
16 Capital Federal envía el Ejército y en Formosa la Gendarmería está acuartelada
20


30 DE MAYO PARO GENERAL DE LA CGT
JUNIO


20




SEPTIEMBRE
12
7, 8, 12
15
16 (ROSARIAZO proletario)
17 (el Ejercito se hace cargo de la represión)
12 LA HUELGA SE EXTIENDE POR TODO EL PAÍS
12
(Cipolleti, levantamiento masivo)



Cronología de los diversos acontecimientos en contra de la dictadura, basadas en “El Rosariazo día por día” de Leonidas Ceruti y Mirta Sellares. On line: http://www.elortiba.org/rsriazo.html
Este cuadro da la idea de cómo lo que se llamó Cordobazo fue un verdadero Argentinazo.
Con todo esto la misión suprema del Estado Burocrático Autoritario, del que nos habla O´Donnell, muere espectacularmente pues el orden y la paz social que había venido a garantizar, se habían diluido junto con los primeros disturbios. Hiriendo mortalmente a la dictadura.
El cordobazo fue  “el momento más alto a que llega el proletariado en la lucha de clases en nuestro país.”[19] Porque “la lucha de clases es el motor de la historia, y (…) la concepción sobre el estado en la sociedad dividida en clases antagónicas.”[20] Y porque se produce “La participación masiva y casi total del proletariado de una ciudad industrial como Córdoba, (…) acompañado por el movimiento estudiantil  y sectores de las capas medias”  Y significa “la ocupación durante varios días, de casi toda la ciudad, donde la ley la dictaban y la imponían (…) el propio sujeto social de la revolución clasista. Ellos tenían el poder de la coerción  y el aparato del estado había achicado su jurisdicción a los recintos dónde estaban (…)”[21]



CONCLUSIÓN GENERAL
Ambos períodos tienen un antecedente similar: los líderes que mantenían la unidad Federal del país, fueron anulados,  Rosas y Perón.  Luego sobrevienen en el país luchas de distintos sectores  opositores tratando de acceder al poder.
Posteriormente se produce una crisis de la hegemonía de Buenos Aires  sobre las provincias en ambos períodos. Tanto en un momento como en el otro  se sigue ejerciendo la coerción con el aparato  del estado, con base en Buenos Aires, sobre las provincias. Sin embargo, en estos períodos estudiados la sociedad, las clases populares de las provincias, ya no dan su consenso, y es ahí dónde aparecen las montoneras, los “Felipe Varela”  y el Cordobazo con los “Agustín Tosco”.





BIBLIOGRAFIA       
-       De Paoli, Pedro (1964) Sarmiento. Buenos Aires. Ediciones Teoría. Pag. 305
-       Di Meglio, Gabriel. (2012) Historia de las Clases Populares en la Argentina.    Sudamericana
-       Cena, Juan Carlos (2000) El cordobazo, una rebelión popular. Art. Galina, Nestor El Cordobazo: Lucha de Clases y Crisis de Hegemonía. Buenos Aires. Edit. La Rosa Blindada (Pag.172)
-       Cooke, John William (1970) Peronismo y Revolución. Ediciones Tipo Fanzine. [On line] Disponible: http://issuu.com/tipofanzine/docs/jwcooke_peronismo_y_revolucion
-       Hernández, José (1960) El Gaucho Martín Fierro. Buenos Aires. Eudeba
-       La Nación Argentina. 3 de Febrero de 1865.  
-       O’Donnell, Pacho, Pigna, Felipe y Otros. (2012) La otra historia. Buenos Aires. Ariel.    
-        O´Donnell, Guillermo. El Estado Burocrático Autoritario                                                                                                                                                                                                                                                                                                             
-       Peña, Milciades. (1969) El Paraíso Terrateniente. Ediciones Ficha
-       Rosa, José María. (1964) La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas. A. Peña Lillo. Pag.261
-       Walsh, Rodolfo. Cordobazo. [On line] Disponible: http://www.elortiba.org/cbazo.html



[1] O’Donnell, Pacho, Pigna, Felipe y Otros. (2012) La otra historia. Buenos Aires. Ariel. Pag. 117
[2] Rosa, José María. (1964) La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas. A. Peña Lillo. Pag. 79
[3] Idem anterior: Pag. 79
[4] O’Donnell, Pacho, Pigna, Felipe y Otros. (2012) La otra historia. Buenos Aires. Ariel. Pag. 118
[5] Idem anterior. Pag. 136 y 137. Lo aclarado entre (  ) pertenece a la autora de este trabajo.
[6] La Nación Argentina. 3 de Febrero de 1865
[7] Rosa, José María. (1964) La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas. A. Peña Lillo. Pag. 255
[8] Idem anterior. Pag. 255. Lo aclarado entre (  ) pertenece a la autora de este trabajo.
[10] Rosa, José María. (1964) La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas. A. Peña Lillo. Pag.261
[11] Hernández, José (1960) El Gaucho Martín Fierro. Buenos Aires. Eudeba
[12] O’Donnell, Pacho, Pigna, Felipe y Otros. (2012) La otra historia. Buenos Aires. Ariel. Pag. 119. Lo aclarado entre (  ) pertenece a la autora de este trabajo.
[13] Di Meglio, Gabriel. (2012) Historia de las Clases Populares en la Argentina. Sudamericana. Pag. 388
[14] Peña, Milciades. (1969) El Paraíso Terrateniente. Ediciones Ficha. Pag. 24
[15] idem anterior
[17] Cooke, John William (2011) Peronismo y Revolución. Ediciones Tipo Fanzine. [On line] Disponible: http://issuu.com/tipofanzine/docs/jwcooke_peronismo_y_revolucion Pag. 259
[18]Walsh, Rodolfo. Cordobazo. [On line] Disponible: http://www.elortiba.org/cbazo.html

[19] Cena, Juan Carlos (2000) El cordobazo, una rebelión popular. Art. Galina, Nestor. El Cordobazo: Lucha de Clases y Crisis de Hegemonía. Buenos Aires. Edit. La Rosa Blindada (Pag.172)
[20] Idem anterior
[21] Idem anterior

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